Esta tarde, navegando un poco por la red y mirando que es lo que pasa por el mundo, he encontrado esta noticia publicada en el periódico El País. Me ha recordado bastante a un debate que tuvimos en clase a cerca de las buenas y malas consecuencias de las nuevas tecnologías. Esto es una carta al director de una joven, llamada Elisabeth, que ha hecho su propia reflexión sobre el asunto. Aquí os lo dejo:
Cuando las nuevas tecnologías empezaron a adueñarse de la vida cotidiana pensé, y creo que no estaba muy desencaminada, que estas podían ser un instrumento más de control a los ciudadanos. Números, códigos de barra, datos concretos del día y hora en que hacíamos una compra, rastreo de nuestros movimientos por la Red... Aún hoy sigo sintiéndome insegura en medio de tanta seguridad. Es la inseguridad de sentirse controlado.
Sin embargo, las movilizaciones ciudadanas impulsadas en la Red, han mostrado la eficacia de las nuevas tecnologías a la hora de buscar la sensibilización individual y, por extensión, colectiva. Esto me hace pensar que un uso adecuado de estas tecnologías puede ser una de las claves (no la única, desde luego) del despertar de una sociedad que había quedado adormecida.
Siempre he sentido mucho respeto hacia aquello de “divide y vencerás”, porque creo que es una de las estrategias de quienes ostentan el poder. Es la unión ciudadana, las miles de personas manifestándose en las calles, en los blogs, en las cartas al director... Y la posibilidad de difusión de esas manifestaciones gracias ya no solo a determinadas empresas de la comunicación, sino también a la, por primera vez, iniciativa individual de enviar un mail, un SMS o colgar un post en una red social lo que puede estar empezando a cambiar un mundo del que nos creíamos desterrados.
Ahora solo nos queda recordar una cosa: evitemos ejercer la tiranía que hasta aquí hemos sufrido y difundamos información e ideas con la responsabilidad y el respeto que hasta aquí hemos reclamado.—Elizabeth Hernández Santana.
Gracias por compartir esta pequeña reflexión. Como tú, también intento en ocasiones llevar a las aulas la urgente necesidad de reflexionar sobre lo que internet supone en nuestras vidas, dado que nunca antes un fenómeno tecnológico había tenido tantas repercusiones en nuestra vida cotidiana y en nuestra capacidad de comunicación.
ResponderEliminarUn saludo. Elizabeth Hernández